Por Ornella Sersale
“Nosotros queremos seguir trabajando. El Buenos Aires Design va a estar cerrado hasta que venga un nuevo licitador, y lo que queremos es hacer un arreglo con el Gobierno hasta que eso pase. Si IRSA quiere irse, que se vaya, pero nosotros nos queremos quedar”, asegura Romina, una de las empleadas del centro comercial ubicado en Pueyrredón 2501, bordeando la Plaza Francia en el barrio de Recoleta, que cerrará sus puertas este domingo, después de 25 años.
El Gobierno porteño decidió no extender la concesión que tenía con IRSA, y el histórico shopping de diseño y decoración volverá a ser administrado por la Ciudad a partir del 18 de noviembre. La empresa concesionaria tendrá un período de tres meses para llevar a cabo el desalojo, pero el predio no podrá estar en funcionamiento durante ese tiempo.
“Si el Gobierno de la Ciudad hasta el momento no tiene planes, ¿quién gana con el cierre del shopping? IRSA pierde el negocio, los locatarios se quedan sin empresas y los empleados sin trabajo. Nuestra duda es, si no hay un licitador, ¿por qué quieren cerrarlo ya? No gana nadie. Me parece una tontera que dejen esto vacío”, opina el empresario Juan Manuel Frangi, dueño de los locales Tienda Baires, Deco Gallery y Athens Deco, que funcionan en el Buenos Aires Design.
A modo de protesta, más de un centenar de trabajadores se manifestaron ayer por la mañana con un corte parcial en el cruce de las Avenidas Libertador y Pueyrredón, en reclamo de una extensión provisoria del contrato. “Le presentamos al Gobierno un plan de acción para constituir una Cámara que reemplace a IRSA, y así nosotros poder administrar el shopping. Esto traería beneficios para todos: desde económicos hacia ellos, hasta mejoras en la puesta en valor del inmueble y la venta comercial”, explica Frangi.
En medio de las negociaciones entre IRSA y el Gobierno de la Ciudad, la Legislatura porteña comenzó a tratar un proyecto de ley en octubre que, entre otros aspectos, preveía que la empresa concesionaria continuara a cargo del shopping otros 18 meses, hasta que se adjudicara un nuevo locatario. El texto, que fue aprobado en primera lectura, tenía como objetivo dar una futura concesión por 15 años, con opción a prórroga por otros cinco años más. Pero para transformarse en ley, necesita pasar por una audiencia pública no vinculante y una segunda lectura en el recinto, y esto sucederá recién en enero. Demasiado tarde.
La transición entre el fin de una concesión y el nuevo llamado a licitación generó incertidumbre en los locatarios y los trabajadores, que aseguran haberse enterado del cierre del shopping este lunes. “El viernes pasado, las autoridades de IRSA nos dijeron que íbamos a seguir trabajando, que iban a poder arreglar con el Gobierno. Pero el lunes nos enteramos de que este sábado va a ser nuestro último día de trabajo”, cuenta Gonzalo, empleado del pub Down Town Matías.
El cierre del Buenos Aires Design afectará a unos 700 empleados que trabajan en los más de 60 locales que allí funcionan. Hoy harán una convocatoria para visibilizar la situación del shopping y el viernes prevén realizar otro corte en la calle. “Invitamos a la gente a que se acerque a tomar algo hoy a las 6 de la tarde. Queremos que se vea que acá hay movimiento y se trabaja, porque es la única forma de que el Gobierno nos dé una respuesta”, enfatiza Romina.
Según informó la administración de Horacio Rodríguez Larreta en un comunicado, la no renovación de la concesión “era una cuestión ya sabida de antemano por todos los actores intervinientes”. Además, explicaron que el predio volverá a pertenecer a la Ciudad y que están analizando “distintas opciones de cara al futuro”.
Sin embargo, IRSA había prometido a los comerciantes seguir trabajando después del fin del contrato. “Desde hace dos años sabemos que este contrato termina el 18 de noviembre. Pero desde la empresa nos decían que nos quedáramos tranquilos porque lo iban a solucionar. Imaginate que acá, la mayoría de los locales funcionan hace menos de dos años. Entonces, ¿qué empresario se va a poner a invertir de cero, si sabe que en poco tiempo se va a tener que ir? A todos les decían: ‘Inviertan tranquilos que nos van a renovar’”, cuenta Frangi.
El Buenos Aires Design fue inaugurado en 1992 por el Grupo Pérez Companc como el primer shopping de la ciudad destinado a la venta de muebles y productos de diseño. Cinco años después, pasó a manos de IRSA como parte de un paquete de activos que además incluía al Shopping Alto Palermo y al Hotel Intercontinental. Por la explotación de 80 locales, un patio de comidas para 700 personas y 174 cocheras, IRSA pagaba un canon de $397.540 por mes. Nadie sabe por qué se rompió ese idilio entre el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y la empresa de Eduardo Elsztain. Ahora sólo resta esperar una decisión política para que 700 trabajadores no queden en la calle y sin trabajo.
Aunque voceros del gobierno han alentado pocas esperanzas: “La Ciudad no tiene por qué asumir ninguna responsabilidad porque fueron contratados por empresas privadas”, es la insólita reflexión.
Fuente Diario Z