Por segundo día consecutivo, los casi 2.000 alumnos de la Rosarito no pudieron asistir a clase ya que todavía las autoridades del Gobierno porteño no garantizaron que no haya ratas en la escuela. A principios de febrero, la comunidad educativa de la escuela ubicada en el barrio de Almagro había alertado a las autoridades del Ministerio de Educación, a cargo de Soledad Acuña, para que realicen una fumigación ya que el establecimiento educativo estaba infectado de ratas. Pero el gobierno demoró y son los chicos lo que padecen la falta de clases.
“Nosotros entendemos que la escuela fue limpiada, pero no basta, porque las ratas vuelven. Quizás haga falta una limpieza industrial y que se realice cada quince días durante varios meses, como un procedimiento preventivo”, explicó Diego Rozo, egresado del colegio y padre de dos nenes que estudian allí.
El exalumno indicó que “hace meses que hay una plaga de ratas, entre los padres circulan videos donde se las ve por el colegio” y agregó que “que no haya represalias para las autoridades del jardín y primaria porque cuentan con todo el respaldo de los padres y de la Cooperadora”.
Luego de la suspensión del día miércoles, los alumnos que asisten a la Rosarito en los tres turnos (mañana, tarde y vespertino) mantenían la ilusión de retomar el ciclo lectivo. Pero nada de eso ocurrió. “Ministerio de Educación decide suspender las clases hasta nuevo aviso”, expuso un cartel pegado en una cartulina verde sobre la puerta del colegio, ubicado en la calle Pringles 1165. Los cientos de chicas y chicos debieron volver a sus casas y la preocupación de la comunidad educativa se mantuvo.
“Los directivos informaron a las autoridades que hicieron todo lo que protocolarmente corresponde, se elevaron actas, se hicieron inspecciones, limpiaron, pero para nosotros no es suficiente porque sigue habiendo ratas, por algo la cocina fue clausurada porque fue donde más ratas se vieron”, agregó Rozo.
Los funcionarios del ministerio de Espacio Público fueron las autoridades que dispuso el Gobierno para dialogar con la comunidad educativa y realizar las tareas que garanticen la desratización de la Rosarito. Un vocero de la cartera que maneja Eduardo Machiavelli indicó que “junto con el área de mantenimiento escolar y la comuna 5, realizamos reiterados trabajos de control de plagas y desratización en la escuela 20 y alrededores”.
A la escuela, ubicada en Pringles 1165, asisten 900 alumnos de jardín y primaria y, a la noche, hay casi mil alumnos de programas de educación no formal. Aunque es de jornada simple, la directora de la Cooperativa, Fabia García Panelli, aseguró que “setenta alumnos almuerzan en la institución”. “La mayor parte de los cursos de educación no formal tienen que ver con la cocina. Es imposible tener clase si hay plaga. Siempre hay algún alumno que se cruzaba alguna rata a la noche”, agregó al diario Página/12.
“El sábado 2 de marzo se realizó un control de plagas dentro de la escuela mientras que el domingo, martes y miércoles siguientes se incrementaron los operativos en lugares aledaños al establecimiento y el área de mantenimiento escolar colocó 60 trampas con pegamento en la escuela”, expresó el vocero de Espacio Público y agregó que “todas las trampas dieron negativo”.
Pese a los dichos del gobierno, las clases aún no volvieron y los padres siguen en alerta. “Por más que digan que pusieron trampas, todos los días vuelve a aparecer excremento. Esperamos entonces que se tomen las medidas para que ya no quede ninguna rata y también que se elabore un informe del riesgo sanitario que existe para los chicos en esta situación”, señaló una madre de dos alumnos al Diario Clarín.