La línea E tendrá una frecuencia de cuatro minutos y medio en hora pico para cuando sean inauguradas las estaciones Correo Central, Catalinas y Retiro. Se sumarán 63 mil pasajeros diarios. Las nuevas estaciones permitirán a los usuarios combinar con la línea B (en Correo Central) y con la línea C en la estación Retiro.
Se estima que la extensión aportará unos 63 mil pasajeros diarios más a la línea E, que es actualmente la menos utilizada de la red. A pesar de sus problemas de servicio, en 2018 su demanda creció un 2,8%, ubicándose en el anteúltimo lugar del ranking.

Según explicaron voceros de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) a enelsubte.com, la frecuencia de 4.30 minutos con la línea extendida se logrará con la circulación de 21 formaciones: 15 Fiat Materfer y seis CAF-GEE. Tres Fiat Materfer tienen cinco coches, mientras que los otros cuentan con cuatro. Se estima que en los próximos meses se continuará trabajando en la incorporación del quinto coche a todos los trenes Fiat.
Actualmente, hay 20 formaciones asignadas a la línea (14 Fiat Materfer y 6 CAF-GEE), pero la cantidad máxima que hay en circulación en horas pico en simultáneo es de apenas 12. La escasez de trenes en circulación es el principal problema de la línea.
Si bien la parte civil estaba terminada para fines de 2015 -la obra estaba a cargo del Estado nacional- y las vías en el tramo nuevo estaban colocadas para mediados de 2016, restaban encarar una serie de obras vinculadas a potencia, ventilación, señalamiento, catenarias, ascensores y escaleras mecánicas, entre otras tareas menores, que fueron llevadas a cabo por el Gobierno de la Ciudad.
En paralelo, se está dando término a la obra de renovación de vías, licitada originalmente en 2013. Cabe recordar que la E era la única línea que conservaba sus rieles originales, que en el tramo de San José a General Urquiza eran de 1939.
