Aproximadamente 5.000 personas que habitan el Sector N° 1 y N° 2 del Barrio La Carbonilla se encuentran sin acceso a agua potable. El año pasado, empezaron a sufrir la falta de presión del agua. Actualmente, la mayor parte del día no llega agua a sus viviendas. En el área sin agua existen seis comedores a los que acuden cientos de familias, obviamente y tienen enormes dificultades para cocinar.
Todos los reclamos de las organizaciones barriales y los vecinos han sido desoídos. El Barrio La Carbonilla se encuentra en La Paternal, entre las calles Añasco, Trelles y las vías del Ferrocarril San Martín.
La Unidad de Gestión de Intervención Social (UGIS) es el único organismo estatal que está presente en el barrio para atender emergencias relacionadas con los servicios públicos. El Instituto de Vivienda de la Ciudad, que tiene la obligación de planificar la urbanización de villas (art. 5, inciso e) nunca en la historia del Barrio se hizo presente.
La UGIS, frente a los reclamos constantes de las familias, sólo ha puesto a disposición un camión cisterna tres días a la semana, dejando a las familias los otros días sin ninguna posibilidad de acceso al agua. Los tres días que está en el barrio, el camión realiza entre 4 o 5 viajes pero no logra abastecer a todas las familias.
El Observatorio del Derecho a la Ciudad asegura que “el agua insuficiente que proporciona el camión cisterna tampoco es agua potable y segura. La seguridad sólo está garantizada por el acceso a agua de red con presión adecuada de acuerdo a lineamientos que controla el Ente Regulador de Agua y Saneamiento”. De lo contrario, “las familias ya sea por la poca presión de la red o por el agua de los camiones cisterna sufren el cotidiano riesgo de estar tomando agua contaminada”.