El gobierno porteño impulsa el uso de los monopatines eléctricos de alquiler -llamados “de uso compartido”. Decidió una prueba piloto de un año para determinar la mejor alternativa para que funcione en la Ciudad.
El servicio dependerá de empresas privadas nacionales e internacionales, según informaron las autoridades. Estiman que habrá una tarifa base, de unos 25 pesos y después costará entre 6 y 10 pesos el minuto. Más o menos 600 la hora.
La idea del gobierno porteño es aprobar en mayo este proyecto que ya se presentó a la Legislatura, para regular estos dispositivos de movilidad personal en el Código de Tránsito y Transporte y así habilitar su circulación.
Una vez aprobado, se impulsará una resolución para la Prueba Piloto de Monopatines Eléctricos de Uso Compartido para que puedan comenzar a circular en julio.
Las condiciones para circular de los monopatines eléctricos serán similares a las existentes para bicicletas eléctricas con pedaleo asistido. De este modo, deberán trasladar sólo a un conductor, contar con motor eléctrico, alcanzar una velocidad máxima de 25 km/h, usar casco en forma obligatoria, contar con luz delantera y trasera, llevar sistema de frenos obligatorio y poseer timbre o bocina.
El proyecto prevé que estos monopatines circulen por las bicisendas o, de lo contrario, podrán ir sobre la calle, exceptuando grandes avenidas. Estará prohibida la circulación por las veredas.
“Los monopatines eléctricos son ágiles, cómodos y se usan en las principales ciudades del mundo para realizar viajes cortos y conectar con el transporte público”, aseguró Esteban Galuzzi, subsecretario de Tránsito y Transporte de la Ciudad, que se encuentra participando de la cumbre de Líderes de Transporte Público en Moscú, Rusia.
“Sabemos que lo más importante para los vecinos es llegar rápido a casa o al trabajo disminuyendo los tiempos de viaje. Por eso a la red de metrobuses, ciclovías y las distintas políticas de mejora del transporte público, sumaremos esta nueva alternativa de movilidad”, agregó el funcionario.
Según explicaron, los monopatines de uso compartido funcionarán conectados a una aplicación del celular para poder activarlos, la cual mostrará dónde se encuentra el más cercano. Una vez utilizados, se los podrá dejar estacionados en la vereda hasta que el próximo usuario vaya a usarlo.
Por la noche, las empresas levantarán los monopatines para cargarlos o bien ofrecerán dinero a usuarios para que los levanten, los carguen en sus casas y lo lleven a los puntos de retiro.
“Favorecen a la movilidad sustentable y a los nuevos usos del transporte de movilidad compartida”, aseguró Galuzzi. La prueba piloto tendrá una duración de un año con la posibilidad de extenderla un año más y podrán participar distintas empresas, tantos nacionales como internacionales, que ya están presentando sus propuestas en el gobierno de la Ciudad para comenzar a operar.