La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) denunció que trabajadores y usuarios del subte se encuentran en una situación de grave riesgo para la salud. Los metrodelegados dicen que ni el gobierno ni la Justicia actúan aunque ya hace 15 meses que denunciaron la presencia de asbesto, una sustancia probadamente cancerígena, cuyo uso está prohibido en la Argentina, en las líneas B, C y E.
El comunicado de los Metrodelegados puntualiza que a 15 meses de haber denunciado la presencia de asbesto en los coches CAF 5000 y a 12 meses de la presentación judicial por el mismo motivo en otras flotas de las líneas E y C y el Premetro, aún se encuentran ante una “situación crítica puesto que la Justicia y el Gobierno manejan unos tiempos muy distintos al de la salud de todos nosotros y en especial de los compañeros del taller Rancagua”.
La Línea B, sostienen, está en “estado naranja con respecto a la frecuencia del servicio por el estado de la flota Mitsubishi, puesto que los compañeros de los talleres Rancagua y Urquiza no cuentan con las medidas de seguridad que exige la normativa vigente nacional e internacional para la manipulación de asbesto”. Por ese motivo, “no están interviniendo las formaciones ya que por la desidia y la falta de decisión política de este gobierno en materia de salud laboral, no se tiene seguridad de la cantidad de piezas que contienen asbesto en la flota Mitsubishi, lo que implica que la cantidad de formaciones para garantizar el servicio de la Línea B está a punto de colapsar, porque no se toma la decisión política de hacer los estudios a las piezas”.
La presencia de asbesto, en un principio desestimada por el gobierno porteño y por Metrovías, fue corroborada con la comprobación científica del Departamento de Geología de la Universidad del Sur.