La alerta había sonado hace unas semanas. Según los padres y gremios docentes, la reducción de las raciones para los comedores escolares había bajado, significativamente, de un año a otro. Es por eso que la vicepresidenta de la Comisión de Educación de la Legislatura, Lorena Pokoik, impulsó un pedido de informes para conocer la cantidad de viandas que destinará a las escuelas públicas durante el 2019, que contempla el Programa 51 Asistencia Alimenta y Acción Comunitaria.
Además, la legisladora de Unidad Ciudadana exigió precisiones sobre si se redujeron las raciones alimentarias con respecto al año 2018 y el detalle de la cantidad de las mismas provistas por nivel y modalidad, desagregadas por desayuno, refrigerio, vianda y comedor.
“Presentamos este pedido de informe, porque consideramos inadmisible que en el distrito más rico del país se les quite la comida a las y los alumnos de las escuelas de la Ciudad”, y agregó que “en este contexto de crisis económica, donde la pobreza y la indigencia en la CABA crecieron en niveles alarmantes, no podemos permitir que el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, reduzca las raciones alimentarias de las escuelas”.
En los fundamentos del documento se detalla que el mismo surge a raíz de la diferencia de cantidad de raciones alimentarias que la ministra de Educación, Soledad Acuña, mencionó en la exposición de su presupuesto en el 2018, donde aseguró que para este año estarían previstas 83 millones.
Días atrás, el presidente del bloque de Unidad Ciudadana en la Legislatura porteña, Mariano Recalde presentó un proyecto para universalizar el acceso a los comedores en las escuelas públicas : “No vamos a permitir que la comida de los niños sea parte del ajuste” La “Ley de Universalización y gratuidad del Servicio de Comedores Escolares, Refrigerio y Viandas” presentada en la Legislatura propone eliminar el sistema de becas para alimentos en los comedores escolares y para las viandas en el nivel secundario. El proyecto contó con el apoyo de la Multisectorial por la Educación Pública y de los gremios docentes.
“Lo que viene pasando es una política de ajuste en los comedores escolares. Empezó el año pasado con el programa ‘Chau paneras’ que, disfrazado de una cuestión de alimentación saludable, significó un cambio en el menú y en el pliego de condiciones para las empresas concesionarias”, aseguró Irina Garbus, secretaria de Nivel Inicial de la Unión de Trabajadores de la Educación UTE.
Según la ex legisladora Claudia Neira, en 2019 el presupuesto destinado a comedores escolares es de 3.636 millones de pesos, un 31 por ciento más que en 2018. Sin embargo, si se tiene en cuenta la inflación, el área sufrió un fuerte recorte en términos reales. “Este año bajó un 6 por ciento la cantidad de raciones: son 5.330.239 raciones menos que en 2018. Además, el presupuesto en pesos solo aumentó un 31 por ciento, es decir, casi la mitad de la inflación de alimentos, que fue del 53 por ciento. Es decir que en un momento de crisis socioeconómica, el gobierno porteño decide darle menos comida a los chicos”, analizó en una reciente entrevista con Gisela Marziotta.