Un joven necesitó 33 mil pesos para vivir en la Ciudad

Comidas, apuntes para la universidad, salidas con amigos, prepaga, anticonceptivos o preservativos, alquiler y supermercado. Con todas esas variables (y una inflación que no afloja) el Centro de Formación y Pensamiento Génera relevó un Índice de Calidad de Vida Joven, con números cada vez más rojos para las nuevas generaciones: el informe relevó que en mayo, un/a joven necesitó 33 mil pesos para vivir en la Ciudad.

El informe completo será presentado, esta tarde, en el Centro Cultural Matienzo. Serán parte de la presentación el tenista Martín Vasallo Arguello, la escritora Tamara Tenenbaum, el economista Daniel Schteingart y la actriz Alejandra Carpinetti.

El indicador consiste en un índice de costo de vida que contempla las variaciones en los ingresos necesarios de las y los jóvenes porteños de entre 20 y 34 años para acceder a un determinado nivel de consumo que permita alcanzar un goce pleno y un desarrollo integral.

Los ítems del indicador son los siguientes: alimentos; transporte; apuntes y lectura (pensando en un estudiante); métodos anticonceptivos; eventos culturales y deportivos; reuniones sociales; vivienda; ahorro deseado; vestimenta y salud.

El dirigente de Seamos Libres y Ampliar  Jonathan Thea, que participó del relevamiento del Índice de Calidad de Vida Jóven, agregó que “en la Ciudad de Buenos Aires viven aproximadamente 600 mil jóvenes de entre 20 y 34 años, que conforman el 20 por ciento de la población total. Por eso, a partir de observar hábitos de consumo y ajustarlos mediante estándares internacionales, elaboramos una canasta de juventud plena que se actualiza mensualmente”, e indicó que “para la elaboración e implementación de políticas públicas orientadas a la juventud porteña, resulta indispensable contar con información precisa sobre sus ingresos, inserción laboral, escalas salariales, hábitos de consumo, y otros datos que permitan conocer sus vivencias y aspiraciones reales”.

Los datos que serán exhibidos tuvieron en cuenta, según afirmaron los investigadores, estándares generales contemplados en la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes promovida por la Organización Internacional de la Juventud, así como pautas culturales específicas surgidas de hábitos de consumo y costumbres en el contexto social de la Ciudad de Buenos Aires.