La escuela Isauro Arancibia, un centro educativo que contiene a más 300 personas en situación de calle o vulnerabilidad extrema, debió suspender las clases debido a las inundaciones en el establecimiento, luego del temporal de fin de semana. Pero lo extraño es que no se trata de un edificio antiguo que no soporta las lluvias: con la lucha de la comunidad educativa, en febrero se había conseguido que el Gobierno otorgue un nuevo establecimiento para contener a los alumnos que son excluidos día a día en la Ciudad. Sin embargo, la nueva instalación flanqueó a los pocos meses del estreno.
“La escuela fue entregada hace muy poquito tiempo, en febrero. Pero la verdad es que con todos los materiales que fue hecha, todo se rompe, todo se inunda. Los chicos están a la intemperie, sin un Estado que los apañe, y el único lugar que tienen para refugiarse, también se inunda”, reflexionó a Diario Z, Susana Reyes, la histórica directora del centro educativo.
Este martes, cuando los docentes ingresaron a la escuela, encontraron el establecimiento bajo agua: las aulas del subsuelo y las de planta baja estaban mojadas, la biblioteca inundada. Por su parte, en las aulas del primer piso caían goteras y en el sector de informática, corrían peligro de daño las computadoras.
“El SUM inundado con cuatro centímetros de agua. El agua filtró, también, por las paredes y provocó la inundación del comedor”, agregaron los docentes.
El Isauro Arancibia comenzó a funcionar hace 17 años, con sólo una docente (Reyes) y doce chicos en situación de calle. Desde su fundación, lo único que se mantuvo constante fue su directora y los continuos palos en la rueda para el desarrollo de este centro educativo popular. En un breve repaso se destacan el reclamo, durante años, por un edificio propio (“estuvimos diez años mudándonos de un lugar para el otro”, recuerda la directora), luego, una vez que le cedieron el inmueble en Paseo Colón 1381, debieron pasar por continuas obras de remodelación, el intento del propio gobierno porteño de demoler el Isauro, carteles intimidatorios con la firma de la Triple “A”, la negativa para ser reconocida como una escuela estatal e incluso, en junio del 2017, la intimación de la cartera de Educación que conduce Soledad Acuña para jubilar a Reyes.
“Existe el desamparo de las políticas públicas del gobierno de la ciudad que invirtió millones de pesos en la remodelación del edificio escolar inaugurado este año pero que no cumple con las condiciones de seguridad, accesibilidad y dignidad que garanticen la tarea de enseñar y aprender. Esta negligencia de las autoridades expone a les estudiantes al peligro y los deja otra vez a la intemperie”, denunciaron, en un comunicado, la comunidad educativa del Isauro.
Según explicaron los docentes, ante ese panorama, el Ministerio de Educación expresó que “varias escuelas están así”. “Primero nos preguntamos ¿cómo es que esa respuesta les da tranquilidad en la gestión? Es de un nivel de gravedad extrema. Y por supuesto nos solidarizamos con todas las escuelas que están padeciendo la desinversión y consecuente deterioro de sus edificios escolares. Exigimos al Ministerio de Educación y de Transporte del GCBA que terminen las obras necesarias que garanticen la dignidad de la educación pública”, enfatizaron en el documento.