Luego de seis días sin clase por la presencia de ratas, los alumnos del Comerical 19 -escuela ubicada a metros de Parque Rivadavia- regresaban el miércoles pasado a las aulas. Sin embargo, el retorno al colegio no fue el ideal: dos docentes, dos preceptoras, un auxiliar y un alumno debieron ser trasladados al hospital Durand por intoxicación producto del contacto con el veneno para ratas. Las clases volvieron a suspenderse.
“Hubo gente que se empezó a sentir mal. Y la verdad es que yo también me siento mal”, expresó, en una entrevista con Página/12, el rector de la escuela, Pablo Croci.
Este mediodía, la comunidad educativa organizó una asamblea para definir los pasos a seguir, luego de la suspensión de las clases. Mientras tanto, reclaman que el gobierno porteño se haga cargo de la falta de infraestructura.

En la tarde de ayer, una vez que la comunidad educativa pisó la escuela, el malestar empezó a sentirse de inmediato: dos docentes, dos preceptoras, un auxiliar y un alumno debieron ser trasladados por el SAME al Hospital Durand, mientras que otras 9 personas eran atendidas en la escuela. Laura Bianco, preceptora, fue una de las trabajadoras trasladadas al Durand: “Fui atendida por un médico especializado en toxicología porque tenía irritación en los ojos, afonía, se me cerró la garganta y no podía respirar. Me hicieron nebulización con salbutamol y también me dieron un antihistamínico por 5 días”, contó a este diario. Aunque todos están fuera de peligro, el alumno trasladado “quedó en observación” porque “vomitó el corticoide que le habían dado”, detalló Bianco.
“Exigimos a las autoridades den una pronta respuesta y un efectiva solución a esta grave situación que puso en riesgo la vida de estudiantes y docentes. Le exigimos al Gobierno porteño que deje de lado la campaña electoral y se ocupe de garantizar las condiciones dignas de enseñar y aprender en todas las escuelas porteñas”, expresó, en un comunicado, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).

En el Comercial 19, los problemas de infraestructura no son una novedad. Desde febrero de este año, la comunidad educativa de esta escuela -ubicada en Formosa 136- denunció la presencia de roedores en las instalaciones. Meses después, una rata muerta fue encontrada por un profesor: cansados de la situación, la Dirección del Comercial pidió al Gobierno porteño que de una solución definitiva. El Ministerio de Educación porteño, que conduce Soledad Acuña, ordenó la suspensión de clases desde el 3 al 9 de julio para llevar a cabo una desratización profunda. Las clases también fueron suspendidas en el Liceo 2 y el Normal 4, que comparten el edificio lindero a Parque Rivadavia.