Un jubilado destina el 87,5 por ciento de su ingreso a la canasta básica y un trabajador el 80,6 por ciento del sueldo

Los alimentos de la canasta básica aumentaron un 60,8 por ciento entre junio de 2018 y junio del corriente año, según un informe elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV). La inflación fue del 55,8 mientras que los alimentos de la canasta básica aumentaron un 61 por ciento en un año.

En base a datos del Índice de Precios al Consumidor del INDEC, el estudio demuestra que los alimentos básicos fueron los que más aumentaron: el queso cremoso subió un 99,4 por ciento; la yerba mate 96,1 por ciento; hamburguesas 95,1 por ciento; leche 82,1 por ciento; pollo 80,6 por ciento; y fideos 79,9 por ciento.

El informe advierte, además, que el valor de la canasta básica con respecto a los ingresos de las jubilaciones y salarios mínimos, aumentó un promedio de 12 puntos porcentuales.

Entre junio de 2018 y junio de 2019, la canasta básica aumentó un 9,2 por ciento su peso sobre la jubilación mínima y un 13,9 por ciento en el salario mínimo, por lo que un jubilado debió destinar el 87,5 por ciento de su ingreso a la canasta básica y un trabajador un 80,6 por ciento de su sueldo.

En cuanto a la retracción del poder adquisitivo, el informe menciona que “el haber mínimo jubilatorio es el que más ha caído, se encuentra un 22,6 por ciento por debajo del de 2015”, y amplía: “La pérdida de poder de compra de los trabajadores informales en términos de canastas básicas es de 18,8 por ciento en los últimos 12 meses”.

Sobre el aumento de los precios de los alimentos en relación al resto de la economía, el documento universitario subraya que “aumentaron más que el resto de los bienes y servicios generales en nueve de los últimos doce meses”.

En el detalle, el informe remarca el aumento de los productos básicos sobre la inflación: leche, lácteos y huevos (+30,2 por ciento), aceites, grasas y mantecas (+21,5 por ciento), café, té, yerba y cacao (+17,3 por ciento), carnes y derivados (+5,6 por ciento), azúcar, dulces y otros (+5,2 por ciento), y bebidas no alcohólicas (+5 por ciento).