Por Valentina Herraz Viglieca
Hace unos meses, cuando las trabajadoras embarazadas del Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan” se acercaron a reservar vacante para su bebé -los “lactantes”- se enteraron de que ya no había lugar para ellos. Por eso están reclamando que las autoridades cumplan su promesa de ampliar el jardín maternal “Quiero mimos”. Sí, las trabajadoras del hospital pediátrico de referencia del Cono Sur, las que salvan la vida de miles de chicos cada año, puede ser que hayan perdido un lugar para sus hijos. En el Garrahan trabajan 4.100 personas de las cuales un 70% son mujeres, muchísimas en edad de procrear.

A partir de ese momento, la Comisión de Mujeres -que nuclea administrativas, enfermeras, técnicas y médicas- decidió organizarse para conseguir que la dirección del Hospital amplíe el jardín -lugar hay más que sificiente- y nadie se quede sin vacantes. Por ahora ya hay veintidós bebés que no cuentan con su lugar en el jardín maternal. Y son solo los hijos de las trabajadoras. La comisión de mujeres señaló en un comunicado que si se tomara en cuenta también a los hijos de trabajadores varones las faltantes subirían en número. Increíblemente, con la excusa del cupo limitado, se les niega ese derecho.
En 2014 la gestión anterior cerró la sala de tres años, y aunque la Junta Interna y las familias dieron una fuerte pelea no pudieron revertir la decisión. La promesa fue que ampliarían el jardín para beneficiar a los bebés. Por eso las trabajadoras exijen que se inicie la obra de ampliación prometida. La respuesta de las autoridades es insólita: ante la falta de vacantes sugirieron que las madres de la sala de 2 años cedan los meses de diciembre a marzo – la colonia de vacaciones- a las madres de lactantes.

“Hace dos años que nos bicicletean con la ampliación, tenemos una sala que funciona en un pasillo y no hay más lugar dónde poner a los chicos. Hace falta una decisión política porque sabemos que espacio hay, pero nos quieren desgastar poniendo a las nenas y los nenes en lugares inadecuados para que elijamos sacarlos del jardín”, explicó una de las docentes.
También las autoridades proponen que las mujeres busquen jardines cercanos al hospital. Verónica Pietropablo, que integra la Comisión de Mujeres, explica que esa alternativa no es viable: “No es cierto que podamos buscar vacantes en jardines cercanos porque el horario en el que trabajamos las mamás de los hospitales nada tiene que ver con el de los jardines convencionales sean privados o públicos. Por eso hay jardines maternales en los hospitales, aunque ahora están empeñados en cerrarlos”.
Efectivamente, “Quiero Mimos” tiene una franja horaria que va de 7 de la mañana a las 21, catorce horas de corrido. Está abierto de lunes a viernes durante los 12 meses del año, lo que permite a las trabajadoras no perder el contacto con sus bebés hasta que terminen sala de dos. “Las autoridades hacen demagogia con la lactancia exclusiva hasta los 6 meses, reparten folletos con la importancia de la lactancia según la OMS pero nos privan de ese derecho a nosotras y nuestros hijos”, dijo Verónica a Diario Z.
Para Verónica el problema real no son sólo los 22 bebés sin vacante, ni siquiera los 40 que se quedarían sin los tres meses de colonia si se aceptara el “canje” propuesto por las autoridades. “El problema es toda una generación de trabajadoras que no tendrán donde dejar a sus bebés. El hospital duplicó el personal, se jubilan las compañeras que lo inauguraron y entran mujeres jóvenes. Entonces hoy son 22 bebés pero año a año serán más. Por eso la solución no puede ser transitoria sino ampliar las instalaciones basados en un relevamiento”.

El cupo actual de “Quiero Mimos” es de 180 vacantes; las mujeres de la Comisión de Género calculan que se necesitan unas 300 para incluir también a varones y disidencias. Eliana, una mamá de mellizas afirmó que: “Una guardería en este hospital no es un gasto, es una inversión, porque somos las trabajadoras que nos encargamos de los niños enfermos a los que podemos atender mejor si sabemos que nuestras hijas están bien cuidadas, que las podemos ver si nos necesitan, que las podemos amamantar”.
Como parte de una campaña de difusión, la asamblea del Garrahan resolvió este miércoles un corte total de la avenida Entre Ríos esquina Pedro Echague, justo a media cuadra del hospital. El corte se convirtió en Radio abierta de la que participaron más de 150 personas. Tomaron la palabra docentes del jardín, madres con y sin vacantes, médicas y la Comisión de Mujeres; además que acercaron su solidaridad trabajadores de otras reparticiones estatales, organizaciones sociales y políticas.
Al finalizar el acto desde la Junta Interna de ATE avisaron que en los próximos días habría una nueva asamblea para resolver cómo continuar con la lucha porque “Nos sacaron la sala de 4 y de 3 y ahora vienen por la de lactantes, así que vamos a seguir luchando para defender el jardín”, dijo Gustavo Lerer, secretario general de ATE en el Hospital.