Cuatro policías de la Ciudad incitaron para que se desarrolle una pelea entre vecinos. Ocurrió en el barrio Padre Carlos Mugica -ex villa 31– en el que los oficiales, según la grabación de un testigo, en lugar de separar a jovénes que se estaban peleando, empujan a uno de ellos para que no abandone la pelea.
“Esto sucede todo el tiempo en el barrio. La Policía no interviene y cuando lo hace, sólo es con más violencia”, contó, a Diario Z, Silvana Olivera, una vecina de la Villa 31.
Según se observa en el video -grabado por un vecino de la zona Bajoautopista- en la madrugada dos jóvenes se pelean entre si, mientras los policías rodean a los jóvenes, tal como si formaran un ring. Luego, al final, la grabación muestra cómo el muchacho al que los policías impidieron que deje la pelea fue arrastrado por otro joven y su grupo a un pasillo. Ninguno de los vecinos conoce cuál fue el paradero del joven agredido.
“Esto ocurrió a tan sólo 20 metros de la Casa de la Cultura”, indicó Olivera y aludió que el meses atrás, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, inauguró el centro cultural con el anuncio de un cambio total para los vecinos del barrio.
La zona Bajoautopista y la venta de terrenos
Días atrás, la Legislatura porteño aprobó el proyecto del gobierno porteño de vender 12 predios, la mitad situados en la Villa 31 de Retiro, con el objetivo de financiar programas de infraestructura y amortizar deuda. En el recinto, la mayoría se consiguió con los votos del bloque oficialista Vamos Juntos, Partido Socialista y Evolución, que lidera Martín Lousteau.
Los vecinos reclamaron que la enajenación es perjudicial para los residentes del barrio, ahora denominado Padre Carlos Mugica, ya que las viviendas construidas “con materiales de baja calidad, los techos son de durlock”. “Además, no hay instalación de gas”, aseguró Marta Mamani a Diario Z. La zona de Bajoautopista -en donde se produzco la pelea con complicidad de los policías- es una de los terrenos que más disputas hay entre los vecinos y el gobierno. “Hay habitantes que no fueron censados y otros directamente no fueron considerados como grupo familiar. Los vecinos apuntaron que los modelos de escritura son imprecisos y se contradicen con puntos que les habían informado verbalmente”, concluyó Mamani, de la Mesa de Urbanización Participativa.