El inspector de la subsecretaría de Trabajo de la Ciudad e ingeniero en Seguridad Ambiental, Edgardo Castro, denunció ante el juzgado federal Nº 2 que comanda a Sergio Ramos al presidente de la Nación y al jefe de Gobierno porteño por los delitos de abuso de autoridad y encubrimiento, tras la importación de trenes en 2011 que contenían asbesto, una sustancia cancerígena prohibida en el país. De acuerdo con los últimos estudios, hayy diez trabajadores del subte contaminados con amianto.
“Se importó un material que está prohibido importar, con lo cual ya cometió delito. Enfermó a 14 trabajadores, escondió en silencio la presencia del amianto en las formaciones todo este tiempo”, dijo Castro al diario Tiempo Argentino. Y agregó: “esos trenes que compró a 550 mil dólares cada uno no lo podés vender ni siquiera como chatarra, no se podían sacar de España. Después los organismos lo protegieron y lo ocultaron”.
Los delitos que le imputan a los últimos dos jefes de Gobierno son violación de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y encubrimiento.
La denuncia de Castro también apunta al actual presidente de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase), Eduardo De Montmollin; al director de la concesionaria del servicio, Metrovías SA, Alberto Esteban Verra y al titular de la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio, Fernando Cohen.
La compra de los vagones con amianto
Para entender el caso es necesario remontarse a 2011, cuando el ahora presidente de la Nación, Mauricio Macri, era jefe de Gobierno porteño. En ese entonces se decidió una compra, directa, por cuatro millones de euros, formaciones al Metro de Madrid, a pesar de que ya se sabía que tendrían una vida útil de apenas 10 años. Incluso, según los trabajadores del subte, el propio manual de los vagones aclaraba que tenían amianto, dato que fue ¿olvidado? por el gobierno porteño. “Nunca se tendrían que haber comprado estos trenes, primero porque está prohibido el asbesto en el país y segundo porque también es ilegal su comercialización, con lo cual hay un desastre desde el punto de vista legal para ambos países”, había advertido Pianelli.
Además, según consta en la denuncia, la Ciudad debió destinar también en 2011 varios millones de pesos para amoldar las estaciones de la B, porque los vagones eran más chicos de lo normal.
“El retiro de formaciones se dio desde la denuncia que presentó la Agtsyp el año pasado sobre la presencia de asbesto en los CAF 5000”, expresó Enrique Rositto, secretario de Prensa del gremio de trabajadores del subte y premetro, Agtsyp, a Diario Z.
Diez trabajadores del subte, afectados con la sustancia cancerígena
“En las últimas semanas se confirmó la peor de las verdades, una decena de trabajadores afectados por el asbesto sobre una centena de exámenes. Esta misma situación podría ser la de cientos de trabajadores mas y millones de usuarios”, habían anticipado, semanas atrás, los metrodelegados mediante un comunicado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mueren 100.000 personas al año por causas relacionadas con estar cerca del amianto. El asbesto fue prohibido por el Ministerio de Salud en 2003 pero como se lo utilizaba como aislante sigue en varios lugares. Diez años atrás, una investigación del INTI lo detectó en 30 edificios de la Ciudad y el conurbano.
En marzo de 2018, los trabajadores del subte pararon el servicio. “La empresa nos decía que no queríamos trabajar y que no había asbesto”, recordó Pianelli, quien señaló que “recién en diciembre Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) reconoció la situación”.