Esta mañana muchos porteños se desayunaron con la noticia de que para comprar un kilo de pan necesitaban 100 pesos. El precio del pan aumentó hoy un 15% en gran parte del país pero en la Ciudad, probablemente, supere en los próximos días el billete con la cara de Evita. Las razones son contundentes: la bolsa de 50 kilos de harina tenía un precio de 600 pesos la semana pasada y hoy se está vendiendo a entre 900 y más de 1.000 pesos; además, se vienen aumentos en las tarifas de gas. Los costos de producción se dispararon.
Desde el 2015 el precio de la harina subió 1.060%.
“Algunos colegas están vendiendo hoy el kilo de pan a 90 pesos. Pero hay una fuerte dispersión por zona y por calidad, y en algunos barrios trepa bastante más”, dijo a NA el presidente de la Cámara de Industriales panaderos de la Capital Federal, José Álvarez.
Sin contar este aumento, que se estima entre 17% y 20%, desde el 2015 la harina subió 1.060%. “La semana pasada la bolsa de 50 kilos de harina se pagó $1.120, con impuestos, pero hoy no hay precio”, afirmó Álvarez, presidente de la cámara de panaderos de la Capital Federal. El dirigente dijo que las panaderías de la Capital “se están fundiendo y están cerrando” por la suba de los costos de producción, lo cual “no pasó nunca, ni en el 2002 cuando también había especulación por el dólar”.
En los últimos dos años cerraron al menos 2.000 panaderías en la Ciudad.
Álvarez informó que “por la especulación” de los acopiadores de trigo y la industria molinera, las ventas de harina estaban suspendidas desde el lunes. “Están reteniendo el producto a la espera de ver qué va a pasar con el precio del dólar”, explicó.
Para Álvarez, la solución es que el Gobierno vuelva a instrumentar una “tasa de abasto” que fije un precio de referencia de la harina y “sentar a los molineros y acopiadores en una mesa y pedirles sus costos, porque están especulando muy mal”.