En cuatro años, el gobierno porteño redujo un 60 por ciento las raciones escolares

Los comedores escolares de la Ciudad de Buenos Aires disminuyeron drásticamente la cantidad de alimento que ofrecen a los alumnos a contramano del incremento de los índices de pobreza e indigencia.

El número de raciones programadas fue en 2019 un 60 por ciento menor al número de raciones previstas en 2015. Con respecto a 2018, el ajuste fue del 7 por ciento. El gobierno decidió desabastecer los comedores escolares -el lugar más que efectivo para garantizar un piso de alimento a niños y jóvenes- aunque en el período 2015-2019 la tasa de indigencia se duplicó y la desocupación subió más de dos puntos.

No fue lo único, en el mismo período, el gobierno porteño redujo el presupuesto de los principales programas alimentarios, subejecutó los fondos y redujo el número de beneficiarios. También aumentaron los obstáculos burocráticos para acceder a los planes de alimentación.

El Programa Ciudadanía Porteña tuvo una caída del 24,8 por ciento. Mientras que en 2019 el porcentaje de familias pobres que acceden a esta cobertura es de sólo el 18 por ciento, en 2015 eran más del 39 por ciento.

En estos cuatro años, la ayuda a los Comedores Comunitarios se mantuvo casi constante: entre 2015 y 2017, fueron asistidas 52 mil personas. En los dos últimos años, con la duplicación de la indigencia, la ayuda a los comedores solo se incrementó en 2.000 beneficiarios.

Todos estos indicadores fueron sistematizados por el Centro de Estudios de la Ciudad (CEC) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, que revisó los presupuestos y la ejecución de los programas alimentarios del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. La conclusión es inapelable:  todos los programas -Con Todo Derecho, Ciudadanía Porteña y Fortalecimiento a Grupos Comunitarios- tuvieron una caída en términos reales en su presupuesto 2019, tanto respecto de 2018 como en la comparación con 2015.

Desde hace tiempo, la Unión de Trabajadores de la Educación viene advirtiendo esta situación en las escuelas. En respuesta a la corroboración de sus denuncias por parte del CEC, Eduardo López, el titular de UTE, señaló: “Los docentes exigimos la declaración urgente de la emergencia alimentaria en la Ciudad, la remoción inmediata de todas las trabas burocráticas para acceder a las becas en comedores escolares y el impulso en la Ciudad del plan de lucha contra el hambre planteado a nivel nacional. Es necesario atacar el hambre, promover la buena nutrición y educar para la Salud. La alimentación de nuestros estudiantes debe ser una política de estado”.