Por Néstor Rivas. Especial para Diario Z
Este miércoles el subte verá alterado su servicio por una protesta de los trabajadores contra la presencia de asbesto en formaciones y otros sectores.
Los dirigentes de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) Roberto Pianelli y Néstor Segovia anunciaron en una conferencia de prensa realizada en la sede del sindicato que las líneas A, B y D no prestarán servicio entre las 5.30 y las 8.30, mientras que las líneas C, H, E y Premetro dejarán de circular a partir de las 21.
Los metrodelegados reclaman el completo reemplazo de todas las formaciones con amianto, la entrega de la historia clínica y de los resultados de los análisis realizados a cada trabajador y el encuadramiento de todos los empleados del subte la situación de trabajo de riesgo.

Exigen que se le ponga fecha a la licitación para la compra de la flota que reemplazará a los CAF 5000 provenientes de España y la constitución de una comisión de seguridad e higiene tripartita que haga un seguimiento día a día de la salud y condiciones laborales de los trabajadores de los túneles. Además, informaron de la presentación de una acción de amparo colectivo en el juzgado N°12, a cargo de la Dra. Alejandra Petrella.
El asbesto, también llamado amianto, es un producto utilizado en una gran variedad de productos manufacturados, pero principalmente en materiales de construcción. Se trata de una fibra que ingresa al pulmón por vía respiratoria y queda alojada allí o en la pleura, provocando inflamación, fibrosis o cáncer. A pesar de que se conoce de larga data su perjuicio para la salud de las personas expuestas, recién a partir del año 2000 comenzó a prohibirse su uso.
Actualmente una comisión cuatripartita integrada por representantes de la ART Galeno, la empresa Metrovías y los dos sindicatos con presencia en el subte, AGTSyP y la UTA, se encuentran realizando una auditoría sobre la salud de los empleados, examinando las radiografías de cada uno, junto a la lectura de su historia clínica y laboral.
“Hasta ahora, por suerte, no hemos encontrado casos de cáncer”, señaló Lilian Capone, la médica que representa a los metrodelegados. Sin embargo, sí se detectaron casos de engrosamientos pleurales. “Significa que han reaccionado a la exposición al amianto”, puntualizó. Ya fueron examinados 190 trabajadores de los talleres Rancagua y Urquiza y 64 trabajadores de tráfico -conductores y guardas- de la línea B. Todavía faltan examinar más de 4000 empleados. “Todos, de una manera u otra, se vieron expuestos a esta sustancia”. Tampoco hallaron hasta ahora evidencia de enfermedad en usuarios.
Según informaron los profesionales de la salud, el porcentaje se encuentra dentro de los parámetros internacionales, aunque aclararon que “no hay muchos estudios de patología laboral, este es un trabajo inédito”.
“El problema más grave de todo esto es que durante 20 años estuvo oculto”, denunciaron. “Es la primera vez que la salud de los trabajadores del subte es monitoreada por la exposición a amianto. Hay un montón de actividades en las que hay amianto y no se dice: en los trenes, en las metalúrgicas, en las curtiembres. En la Ciudad de Buenos Aires hay escuelas y hospitales con amianto. Por lo tanto, acá son pioneros con este trabajo. Una cosa que logramos es que el año que viene estos trabajadores sean evaluados nuevamente con esta metodología, haciendo un seguimiento” explicó Capone, que además es secretaria de Salud Laboral de la CTA de Provincia de Buenos Aires.