Esta madrugada, un comunicado de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro informó que la línea B “no iba a iniciar el servicio este viernes por agresiones al personal”.
Cerca de la medianoche, los trabajadores del taller Rancagua fueron agredido por “una patota” que “comenzó a increpar a operarios que se negaban a manipular materiales con asbesto. Esta persona golpeó y empujó a varios compañeros del taller, provocando que uno de ellos caiga en la zona del tercer riel electrificado, al borde de ocasionar una tragedia”.
La desición de no iniciar el servicio “fue tomada para proteger la integridad física de los trabajadores y trabajadoras de la línea, dada la ausencia de condiciones mínimas de seguridad para prestar el servicio”.
Los trabajadores del Taller Rancagua se abstienen de realizar tareas en piezas contaminadas con asbesto.
Horas más tarde, en un nuevo comunicado, los metrodelegados informaron que los trabajadores seguían en asamblea permante y que retomarían sus tareas a las 13. A la ve, el sindicato “le exige al Gobierno de la Ciudad y a Metrovias, que tomen las medidas que sean necesarias para evitar situaciones de violencia como las que sucedieron durante la madrugada y que garantice las condiciones de seguridad a cada trabajador en el ámbito del subterráneo”.