Las desigualdad económica genera diferencias de calidad de vida en todos los terrenos, incluso implica una marcada distancia en el derecho básico a la vida misma. Un equipo de epidemiólogos internacionales, entre ellos el investigador del Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Nacional de Lanús, Marcio Alazraqui, realizó un informe basado en un muestreo relevado en varias ciudades de América Latina, incluyendo Buenos Aires, con el objetivo explícito de analizar cuál es el impacto de la inequidad social en la esperanza de vida de las personas.
La mortalidad infantil es 4 o 5 veces más baja en las comunas del norte que en las del sur
“América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo, pero falta evidencia sobre la magnitud de las desigualdades en salud en las zonas urbanas de la región. Nuestro objetivo fue examinar las desigualdades en la esperanza de vida en seis grandes ciudades latinoamericanas y su asociación con una medida del estado socioeconómico a nivel de área”, es la frase de introducción en el informe, que fue publicado en la revista científica británica The Lancet.
El trabajo midió la esperanza de vida promedio al nacer por sexo y por zona de la ciudad. “Calculamos la diferencia entre el noveno y el primer decil de esperanza de vida al nacer. También analizamos la asociación entre esa expectativa y el estado socioeconómico de la unidad suburbana”, explica el informe.

Las cifras porteñas muestran una tendencia que se reproduce en casi cualquier dato de salud que se analice. Y vuelve a marcar la frontera que existe en la calidad de vida entre el norte y el sur de la Ciudad. En los barrios más postergados de la Zona Sur, Villa Soldati, Lugano, Riachuelo, la esperanza de vida es de 69,8 a 70,5 años, para los hombres, y de 78,3 a 79,4 para las mujeres.
La situación cambia cuando la medición cruza la avenida Rivadavia. En Palermo, Belgrano, Villa Urquiza, el promedio de expectativa de vida para las mujeres se ubica entre los 82,1 y los 85,3 años y para los hombres ronda de 74,7 a 77,5.
La esperanza de vida es 7 años mayor en los barrios más ricos tanto para hombres como mujeres
El sanitarista Nicolás Kreplak, que fue viceministro de salud de la Nación durante el último gobierno de Cristina Fernández y actualmente dirige la Fundación Soberanía Sanitaria, analizó los resultados del estudio. “Lo que se ve con la esperanza de vida es un patrón general que puede encontrarse en cualquier aspecto de la salud que se quiera estudiar”, le dijo a Diario Z. “Las diferencias económicas son inequidades sanitarias”.
Para ilustrar, Kreplak puso algunos ejemplos de los trabajos que tiene en su propia fundación. “En la Ciudad de Buenos Aires la mortalidad infantil es 4 o 5 veces más baja en las comunas del norte que en las del sur”.
“Si se mira el mapa de la tuberculosis-agregó el sanitarista-sucede algo similar. En el Sur los casos son 16 veces más que en el Norte. Es decir que el resultado del análisis de la expectativa de vida sigue en la misma línea”.
Al ser consultado sobre los rasgos de la vida cotidiana que impone la desigualdad en cada zona de la ciudad para que se produzcan estos resultados, Kreplak remarcó: “Tener un lugar seguro donde dormir, el habitat ambiental en el que se crece, la calidad de la alimentación, la posibilidad de acceder a controles médicos periódicos, la cantidad de casos de gatillo fácil. La desigualdad impacta en muchísimos frentes que terminan repercutiendo en la salud en general”.
Para el estudio publicado en la revsita Lancet, los investigadores se enfocaron en seis grandes ciudades Latinomaericanas. Además de Buenos Aires se analizó Belo Horizonte, de Brasil; Santiago de Chile; San José de Costa Rica; Ciudad de México, y la Ciudad de Panamá.