Los chicos en casa: ¿y ahora qué hacemos?

Por Valentina Herraz. Especial para Diario Z.

Desde que empezó a circular el rumor de que cerrarían las escuelas, los wathsap de madres y padres empezaron a explotar de mensajes ¿Qué hacemos durante 15 días con los chicos en casa? Es cierto que hoy el Ministerio de Educación y la Secretaría de Medios decidieron poner los canales estatales a disposición de las familias, reforzando la programación con contenido educativo y dividido por franjas horarias, dos horas para cada nivel pero ¿las otras 22 horas del día qué hacemos?

-Ma, y fútbol no se suspende, ¿no?

Sí, fútbol, natación, música y teatro: todo

-Ma, ¿podemos ir a la plaza?

Hay sol, los chicos están aburridos y la respuesta lógica es la menos esperada: “Mejor que no”.

Pelota y Mafalda, todo junto para reemplazar a los amigos y el recreo.

Entonces ¿qué hacer para que los próximos 14 días no se conviertan en la pesadilla de cada familia? ¿Cómo ayudar a que no se corte el estudio apenas empezadas las clases y al mismo tiempo que la única posibilidad no sea sentarse frente a la tele, la tablet o la compu?

Estas dos semanas son un poco como esa planificación que se hace por si llega a llover en las vacaciones. Hay que desempolvar los juegos de mesa y encontrar la forma de equilibrar las actividades del grupo familiar teniendo en cuenta las diversas edades.

Si el colegio no tiene forma de enviar tarea, entonces podemos pensar algunas actividades que pueden ayudar.

5 x 8 torta de manzana, 7 x 3 alfajorcitos de maicena

Todos los juegos de mesa que consisten en sumar fichas o casilleros, van a ser muy útiles en estos días: si jugamos a la generala mientras los más chicos se familiarizan con los números, los otros podrán sumar el puntaje final haciendo cuentas verticales. El chinchón, la escoba del quince, el truco son todos juegos que requieren de las operaciones matemáticas para poder avanzar.

No es necesario gritar “saquen una hoja” y empezar a anotar cuentas.

También podemos pedir ayuda para cocinar, hacer pan o tortas y mientras se dicta la receta se empiezan a tomar en cuenta las cantidades, las densidades y el mejor resultado: ¡¡Una merienda con algo hecho todos juntos!!

Si lleva cien gramos de harina cada 2 huevos ¿Cuanta harina llevaría si ponemos 6 huevos?

Si un bizcochuelo lleva 12 cucharadas de harina, 12 cucharadas de aceite, 12 cucharadas de azúcar, 12 cucharadas de soda y 4 huevos ¿Cuantas cucharadas usé en total? ¿Cuántas se usan por cada huevo?

Al mismo tiempo nada más lindo que cocinar para los nenes y nenas de nivel inicial.  Amasar, revolver y trasvasar: nada como ensuciarse para aprender.

Los libros y las palabras

Otra opción es elegir un momento del día para sentarnos a leer. La lectura se puede compartir en silencio o en voz alta, y al terminar podamos inventar un nuevo final a la historia. O pensar qué habríamos hecho si fuésemos uno de los personajes. También valen las preguntas que reflejan la atención ¿de qué color era la bicicleta? ¿Cuántos amigos fueron a visitarlo?

Inclusive la lectura puede disparar un rato de sentarnos a escribir, contar qué hicimos durante el día y qué hubiésemos preferido hacer. Hay que tener en cuenta que tanto los niños y las niñas como los adolescentes están pendientes de todo lo que pasa, ponerlo en palabras o escribirlo puede ayudarlos a procesar una situación que los preocupa.

Familia de artistas

Compartir el tiempo en casa para jugar es un gran plan que puede crecer haciendo un poco de actividades prácticas:

Recortar figuras de las revistas, pegarlas y colorear alrededor

Usar técnicas de collage pegando fideos secos, tapitas de gaseosas o telas.

Buscar sonidos en distintos materiales -cajas, frascos, – envases vacíos con arroz o lentejas adentro.

Inventar canciones, rapear y grabarlas como si fuera un programa de radio bajando una aplicación al celular.

Buscar en el cajón de las medias unas bien viejas, coserle botones, una boca y hacer títeres.

Escribir una obra de teatro corta y reunir a la familia para que la escuche, la vez y aplauda!!.

En síntesis: pensar las próximas dos semanas como una oportunidad de conectarse y charlar, de que los más grandes compartan un poco más de la vida cotidiana de los más chicos.

Podemos empezar forrando una caja donde se pongan los celulares, las tablets y los controles remotos. Chan.

Aprender sin la escuela, aprendiendo de lo que cada uno tiene para enseñar.