Salir a “morfar”, lo que más añoran los porteños de la vida previa a la cuarentena

El aislamiento social obligatorio cortó la mayoría de la vida social y cultural. Se cerraron las escuelas, los trabajos, teatros, bibliotecas, fútbol, reuniones con amigos, cumpleaños de chicos, salidas al aire libre, entre otras actividades. Sin embargo, lo que más extrañan los porteños de cómo era la vida antes de la cuarentena no es ninguna de las vivencias que se acaban de mencionar. La nostalgia mayoritaria se deposita en una tradición muy enraizada en los habitantes de la Ciudad: salir a morfar, por supuesto, con amigos o familia. Puede ser en una pizzería, una parrilla, un café. Es lo que más añoran los capitalinos.

El dato surgió de un trabajo realizado por un equipo de sociólogos y sociólogas que desde hace ocho años desarrolla sus actividades de investigación en el Área de Estudios Culturales del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Este grupo está realizando el trabajo “Cambios en los usos y valoraciones de los espacios-publico privados en la región metropolitana de Buenos Aires”.

La encuesta se realizó de modo online y estuvo conformada por 2.878 casos. Por la propia metodología, según consignan los investigadores en el trabajo, el grueso de los consultados tenían estudios terciarios o universitarios y un nivel socio-económico de clase media.    

En el gráfico número 16 del informe, la consigna de la encuesta es la siguiente: las actividades de la Ciudad que más extrañan desde que comenzó el aislamiento social obligatorio. En primer lugar de las respuestas apareció: ir a restaurantes, bares o boliches, con un 36 por ciento de los consultados. En segundo lugar se ubicó “hacer deportes fuera de la vivienda”, con un 32,6, y  en el tercero, “transitar libremente” por la Ciudad, con un 25,7. Recién en el cuarto puesto apareció “ir al trabajo”, con un 25%, y al final de los 10 puntos “charlar con los vecinos”, con 2,8.

Ir a una pizzería o una parrilla, tomar un café mirando la avenida Corrientes por la ventana, tomar cerveza en una mesa de la vereda de un bar. Estos son los momentos que añoran con nostalgia los porteños.