En medio de la contabilización de los cientos de miles de infectados y las decenas de miles de fallecidos que se producen cotidianamente en el mundo por Covid 19, más las tensiones políticas en cada país respecto de las medidas de aislamientos social, las luces al final de túnel de la pandemia de coronavirus pueden pasar desapercibidas. En los últimos días, en varios países se han aparecido informaciones que permiten alimentar el optimismo de que en los próximos meses puede aparecer una senda definitiva contra esta enfermedad.
La última información vino de Rusia. El Instituto Nikolái Gamaleya, según informó la agencia Sputnik el pasado 22 de mayo, planea iniciar la producción de su vacuna contra COVID-19 en agosto de este año, es decir, en sólo dos meses. Las pruebas en animales y otros experimentos habían comenzado en marzo y los resultados han permitido anunciar para dentro de 60 días el comienzo de la fabricación masiva. “Intentaremos comenzar la producción de la vacuna a finales del verano boreal (en el hemisferio norte) que se extiende de junio a agosto”, le dijo Alexander Guintsburg, director del Instituto, al portal Sputnik. “Esperamos obtener la autorización hacia el 15 de junio para comenzar los estudios clínicos en humanos”, enfatizó.
La semana pasada desde China llegó una noticia similar. “Los resultados de la primera fase de los ensayos clínicos de un candidato a vacuna en China demuestran que esta es segura, bien tolerada y capaz de generar una respuesta inmunológica contra el coronavirus SARS-CoV-2 en humanos”, informó el portal alemán DW.
El mismo sitio destacó que este ensayo clínico se realiza en el Instituto de Biotecnología de Pekín y que sus resultados se publican en la revista científica especializada The Lancet. “El estudio se ha hecho en 108 adultos sanos, de entre 18 y 60 años, y demuestra resultados prometedores después de 28 días” remarcó el portal. Sin embargo aclaró que son necesarios más ensayos para saber si la respuesta inmune que provoca protege eficazmente contra la infección.
Y en esta carrera, que también implica una disputa entre las superpotencias, Estados Unidos no se queda atrás. El laboratorio privado Moderna informó el pasado lunes 18 de mayo que su “vacuna experimental contra la COVID-19 mostró resultados prometedores en sus estudios iniciales y que espera pasar en julio a la siguiente fase de la investigación con ensayos clínicos”, según informó el portal Infobae.
La vacuna se llama MRNA-1273. El laboratorio señaló que los niveles de los anticuerpos presentados en los voluntarios fueron similares a los de las muestras de sangre de personas que se recuperaron del COVID-19. Los participantes recibieron tres dosis diferentes de la vacuna y Moderna dijo que se “vio un aumento dependiente de la dosis en la inmunogenicidad, la capacidad de provocar una respuesta inmune en el cuerpo”.