En el segundo día del endurecimiento del aislamiento social obligatorio en el AMBA, los problemas estructurales de las villas de la Ciudad de Buenos Aires volvieron a multiplicar los reclamos de los vecinos por cuestiones muy elementales: luz y agua.
En la Villa 21-24, donde el miércoles 1 de julio alleció una mujer infectada con Covid 19, diversas organizaciones del barrio cortaron la avenida Iriarte y Luna. “En al menos 10 manzanas de la villa 21 llevamos tres días sin suministro de luz, lo que afecta también el suministro del agua porque en muchas casas usan bombas para la presión de los tanques”, explicó Javiera, una de las jóvenes del barrio.
En la Villa 1-11-14 de Bajo Flores, ayer faltaba el agua en tres manzanas. “Esto empieza así y después se multiplica”, le dijo el delegado del barrio Marcelo Danbrosio a Diario Z en la tarde del miércoles.
Dicho y hecho. En un comunicado difundido hoy por la Red de docentes, vecinos y organizaciones de la 1-11-14 se informó: “Las manzanas 1, 21, 22, 23, 24 y 28 del Barrio Padre Ricciardelli se encuentran sin suministro de agua. Ya dijimos que el agua es fundamental para prevenir el avance de la pandemia en el barrio. Necesitamos se vehiculicen los medios necesarios para completar las obras que afectan la falta de agua y se dispongan más camiones que ayuden a contener la situación actual”.

Sin luz y sin agua, las dos consignas centrales para combatir la expansión del coronavirus, quedarse en casa y lavarse las manos, son imposibles de cumplir.