Las villas porteñas tuvieron un movimiento pendular en la pandemia de coronavirus. Pasaron de ser el epicentro de contagio a los barrios en los viene bajando de modo sostenido la cantidad de positivos. Si se suman los confirmados en las villas durante la semana del 6 al 12 de julio, el resultado es 899. Y si se hace la misma cuenta con los siete días que vinieron después, del 13 al 19 inclusive, los positivos fueron 809. Es una reducción del 10%. No es la tendencia del total de la Ciudad. Por eso la flexibilización no es aún mayor a la que se está implementando en estos días.
En la última semana, los positivos de coronavirus en las Villas fueron un 10 por ciento menos que la semana anterior.
Datos del Gobierno porteño.
El dato de reducción de positivos de una semana a la otra se repite al observar los informes del gobierno porteño del último mes.
La situación era exactamente al revés en mayo. Por ejemplo: el lunes 25, la Ciudad informó 420 casos nuevos de coronavirus. Sobre ese total, 248 venían de las villas. Eran el 60 por ciento del total de positivos . Las cifras publicadas este lunes 20 de julio, que corresponden al domingo 19, indican que sobre un total de 1.108 casos nuevos de residentes de la Ciudad, solo 109 vienen de las villas. Es menos del 10 por ciento de los positivos.
Según el infectólogo Ricardo Teijeiro, una de las razones que explican este fenómeno es que las villas “tuvieron en un principio una tasa de ataque muy alta del virus. El Ministerio de Salud de la Ciudad considera que en la Villa 31, por ejemplo, el 50% de la población tuvo algún tipo de contacto y generó anticuerpos. Es una proyección basada en los test serológicos. Al tener una porción importante de la población inmunizada, el virus tiene menos posibilidades de expandirse, menos huéspedes”.
El segundo dato que Teijeiro destaca es el Plan Detectar, que en estos barrios, producto de la explosión de casos, desembarcó antes que en el resto de la Ciudad. “Esto hizo que se hicieran muchos testeos”, remarcó Teijeiro. “Y lo que permite realizar una gran cantidad de hisopados sobre los contactos estrechos de un confirmado es aislar a los asintomáticos y cortar la cadena de contagios un poco antes”.
A los indicadores de caída en la cantidad de positivos, hay que sumarle el de la letalidad. El promedio de la Capital, más bajo que el mundial, ronda el 1,96% sobre el total de confirmados. Ese indicador en las villas se reduce a la mitad. El 1 por ciento de los infectados presenta un caso complicado y fallece.
Sobre el índice, Teijeiro remarcó: “En las villas hay más población joven y niños que adultos mayores. La franja etaria mayoritaria es la que puede transitar el virus con menos posibilidades de complicaciones graves. Por eso es baja la letalidad. Si la población de las villas fuera mayormente mayor de 70 años el cuadro sería muy distinto con el nivel de contagio que tuvieron”.
Hay un dato más para destacar. En las villas hay más recuperados que casos activos. Se supone que cuando esto empieza a ocurrir la pandemia está cediendo. El total de recuperados en las villas es de 7.593 sobre un total de 11.943 casos acumulados. Es decir que aún quedan 4.000 activos. Los recuperados son casi el doble de los activos. El promedio del total de la Ciudad es al revés. Hay 16.540 recuperados sobre un total de 45.261 casos. Es decir que quedan 28.721 activos.