Comenzó a probarse la vacuna en el Hospital Militar: qué dicen los voluntarios

La carrera por la vacuna contra el coronavirus tiene su capítulo argentino.  Mientras en Rusia se patentó la Sputnik V, en el Hospital Militar ubicado en el Parque Centenario porteño comenzó la fase tres de la desarrollada conjuntamente las empresas Pfizer y Biontech. Esta vacuna se está testeando también en Brasil, Estados Unidos y Alemania.

“Como Hospital Militar Central firmamos un convenio hace unas semanas y a partir de ahí empezamos a trabajar con el investigador principal Fernando Polack (de Fundación Infant), su equipo, y también con los representantes del Laboratorio Pzifer, que es el que la va a producir”, dijo Sergio Maldonado, el director del Hospital, a Radio Rivadavia.

Esta institución aportará infraestructura, equipamiento y personal especializado-unas 70 personas-, entre médicos y vacunadores que participan como investigadores.

El total de vacunas para probar en pacientes humanos es de 4.500. Y la cantidad de voluntarios que se anotaron alcanzó los 25.000. A diferencia de los otros países  en los que se está probando, en Argentina todo se centraliza en esta sola institución. “Es un desafío para los investigadores y para nosotros como hospital”, remarcó Maldonado.  

“Los seleccionados van siendo citados por los investigadores y a medida que van llegando se los somete a un circuito que incluye entrevistas, un consentimiento informado y algunos estudios”, subrayó.

Poner el cuerpo

Los requisitos para anotarse como voluntario para aplicarse la vacuna no eran muchos. Había que tener entre 18 y 85 años y vivir en la Ciudad de Buenos Aires o a 60 kilómetros de distancia como máximo. Solo tenían vedada la participación las embarazadas y las mujeres que estuvieran en período de lactancia. Como se contó más arriba: hay 4500 dosis y 25 mil voluntarios.  Algunos de ellos utilizaron las redes sociales para explicar cuál fue su motivación para ofrecerse.    

 “Pienso que colaboro con lo hecho por el Estado para garantizarle a la población argentina el acceso a la vacuna en cuanto esté lista y asegurársela al personal esencial, mayores de 60 años y a grupos de riesgo”, escribió su twitter la estudiante de Ciencias Políticas Florencia. Y luego contó cuál es la fecha en la que tiene que presentarse: “26/8 Hospital militar ¡allá vamos!”.  

Eugenio Albrecht, que vive en CABA pero es de Misiones, le contó a la radio LT17 de su provincia sus motivaciones. “La expectativa es de que realmente sea un paso bueno para resolver esto que tanto nos preocupa y que nos mantiene encerrados y con miedo”, dijo. Y remarcó que se anotó junto con su esposa que es enfermera. “Si podemos hacer algo por el otro, ¿por qué no hacerlo?”, se preguntó.

El economista y profesor universitario Luis Arguero, por su parte, aseguró que “no dudó un segundo” en ofrecerse y que lo vivió como una “oportunidad para ser parte de la solución a un problema”. “No lo consulté con nadie de mi familia pero tampoco fue impulsivo. Pienso que quizás tenga suerte y que me inyecten la vacuna porque hay un grupo que es de control y solo recibirá placebo”, dijo a Led FM.

Arguero tiene 42 años y es padre de tres hijos. Al igual que Florencia recibirá la primera de las dos dosis el próximo 28 de agosto. “Siendo una persona de mediana edad, en buen estado de salud, daba con el perfil de voluntario. En cambio mis padres y algunos conocidos no podrían hacerlo por ser grupo de riesgo”, concluyó.