Las clases al aire libre son “un engaño, no va a haber ni maestros ni profesores”, dice Angélica Graciano, de UTE

Por Franco Spinetta. Especial para Diario Z

Dice el mito que la primera escuela fue la sombra de un árbol. Y también enseñó a la sombra de un árbol, al lado de su telar sanjuanino, doña Paula Albarracín de Sarmiento. El gobierno porteño parece querer retomar esa vieja tradición para destrabar el ciclo lectivo 2020. Un año escolar marcado por la pandemia que hizo añicos toda planificación pedagógica. El martes, el Ministerio de Educación de la Ciudad presentó a la cartera educativa nacional un plan de “retorno a la presencialidad”. Comenzaría el 28 de septiembre con clases de apoyo escolar y talleres de lectura en plazas o calles situadas en el entorno de los establecimientos. Según trascendió, en una segunda etapa se podrán sumar “a demanda” los de gestión privada.

Mientras el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, evalúa la propuesta, desde el sindicato UTE-Ctera ya adelantaron que rechazan la iniciativa. “Es un anuncio marketinero, sin sustento”, advirtió a Diario Z la secretaria general de UTE, Angélica Graciano.

¿Qué opina del plan del Gobierno?

Nos parece que exponer a un niño en una plaza, como parte de los que no pudieron conectarse con la escuela, puede generar una marca en su subjetividad que va a tardar años en sacarse. Es ridículo. Además, son anuncios sin planificación, sin un solo contenido pedagógico. Es el camino de la flexibilización de la cuarentena, con la idea de mover el mercado interno de la Ciudad y no poner plata en los que están en la lona, muchos de la clase media. Es un Estado que no se hace cargo de esta crisis. Es un anuncio marketinero, sin sustento.

¿El gobierno les había adelantado el plan?

No, nos enteramos por los medios. Pasaron dos cosas al mismo tiempo y me parece que estuvo pensado. Nos deben un aumento correspondiente a julio para cobrar en agosto. Ese aumento lo suspendieron, no lo pagaron y no lo piensan pagar. Ayer justamente empezamos a reclamar la convocatoria a la mesa de negociación, que es en lo que se habían comprometido. Nos citaron de urgencia, pero no para anunciar el aumento, sino para anunciar que iban a pagar un bono, pero no el aumento. Y al mismo tiempo, en una maniobra que hacen siempre, salen con la campaña de las clases en las plazas. Entonces tapan con eso la deuda económica que tienen con los 66.000 trabajadores de la educación. No nos dieron las computadoras, no nos dieron la conectividad, las plataformas digitales andan mal, no nos dieron datos para celulares para hacer videollamadas con los chicos, para cuando no se pueden conectar durante el día. Salen con esto de las plazas, porque hay presiones de las cámaras de colegios privados para que vuelvan las clases, y porque quieren dar una imagen de normalidad que no la hay. La ministra Soledad Acuña equipara a los jóvenes que toman cerveza en los bares con las clases en las plazas. Es algo que no resiste el menor análisis serio a nivel pedagógico.

¿Hay un rechazo generalizado de los distintos sindicatos?

No lo sé porque no hemos conversado aún con los demás. Me imagino que todo lo que ponga en riesgo la salud de la comunidad, debe ser una prioridad. En este caso, todo lo que estigmatice a niños y niñas también debe serlo. Esto es otra forma de estigmatización. Dice que como las plazas están cerradas, van a poder llevar a cabo las clases ahí. Aparte es un engaño a la comunidad porque no van a estar ni las maestras ni profesores de los chicos.

¿Quiénes van a dar las clases?

Son unos programas de Cultura y con ONG. Eso no es volver a clases. También es mentira que se hayan reunido con supervisores y directores, no discutieron nada con nosotros.

¿Qué pasó con las computadoras que debían llegar a los niños con problemas de conectividad?

Ayer el ministro Nicolás Trotta informó que la Ciudad nunca les pasó la lista de los 6.500 chicos que necesitan computadoras. Engañan a la comunidad y encima no facilitan esa información. Hay mucho cinismo e improvisación, todo en función del marketing. Las encuestas y focus group dictan la política educativa.

¿Qué impacto puede tener en los chicos?

Cuando fue el anuncio de las escuelas-ciber, yo me comuniqué con muchísimas familias organizadas en las cooperadas y había un consenso generalizado de que no iban a mandar a los chicos. Me parece que no están las condiciones. El gobierno trabaja sobre el sinsentido, como si fueran realidades paralelas. Si hubiesen reforzado las canastas nutritivas, hubiesen entregado las computadoras y hubiesen establecido una planificación educativa de verdad, no estaríamos en esta situación. La educación se debe planificar seriamente. Acá no hay planificación.

¿Hay experiencias en otros países de retomar clases en plazas?

En medio de un pico como el que estamos viviendo, no. Todos los países que sacaron a los chicos a gimnasios o patios, eran países con los contagios en baja. Y algunos tuvieron que volver para atrás. Uno de los lugares que ofrecen para dar clases, es el Parque de la Ciudad, al que no llegás si no es con transporte. ¿Cómo llegás? Sólo se puede llegar con micros. Hay una cosa engañosa, de mentira descarada. Para quienes nos dedicamos a la educación, todo esta forma de operar está fuera de nuestro universo simbólico porque la educación se planifica mucho, se evalúa, se construyen consensos. Esto es todo lo contrario. Es tirar por tirar, a ver qué sale.