El 13 de octubre comienza una nueva fase de aislamiento. El Gobierno de la Ciudad está negociando con Nación sus limites. Horacio Rodríguez Larreta pretende avanzar en su Plan Integral de Puesta en Marcha de la Ciudad. En el tope están los shoppings, los gimnasios, más opciones para los restaurantes y el regreso al trabajo del personal doméstico.
Los shoppings están cerrados desde marzo. El único que abrió es el Distrito Arcos porque tiene gran parte de su espacio al aire libre. El resto presentó protocolos. Desde el sector plantean que tienen forma de controlar la cantidad de personas, el espacio necesario para que haya distanciamiento y medidas sanitarias como control de temperatura y alfombras sanitizantes.
La intención de Larreta es abrirlos para el Día de la madre, que se celebrará el domingo 18 de octubre. La posibilidad de un consenso detrás de esta reapertura es complejo. Entre otras cosas por el estímulo que implicaría para quienes viven en el conurbano. Podría promover una mayor circulación en transporte público.
Respecto de los locales gastronómicos, en la etapa de aislamiento que se inició el 21 de septiembre se habilitaron las mesas en las veredas, los patios y las terrazas. Ahora el Ejecutivo porteño pretende avanzar con atención dentro de los locales, habilitando el 25 por ciento de la superficie.
El servicio doméstico es otra actividad que tiene postergado su regreso. La barrera es que la mayoría del personal viaja desde el Gran Buenos Aires, en transporte público. El gremio que nuclea al personal alertó sobre el riesgo de pérdida de fuentes de trabajo. La idea es comenzar con quienes viven y trabajan en la ciudad, aunque son una minoría.
Los otros que esperan en la fila la reapertura son los gimnasios. El protocolo presentado, además de limitar la cantidad de personas que pueden ingresar al mismo tiempo, contempla la imposibilidad de usar los vestuarios. Quienes vayan deberán ir ya cambiados y no podrán ducharse. Por eso las piletas ni siquiera entran en el debate.