Una terminal de colectivos, ubicada en el barrio porteño de Boedo, fue clausurada este miércoles tras una inspección integral por irregularidades en su funcionamiento. La terminal es cabecera de cuatro líneas de colectivos. En la causa también se investiga la presunta infracción a la Ley de Residuos Peligrosos, informó el Ministerio Público Fiscal.
Se trata de la terminal de las líneas 181, 127, 57 y 41 que se encuentra en la calle Virrey Liniers al 1300, debajo de la Autopista 25 de Mayo. Durante el procedimiento se constató que el lugar estaba en pleno funcionamiento con alrededor de 30 ómnibus.
Las autoridades establecieron que existía mal acopio de residuos peligrosos, sin la correspondiente señalización, con manchones de aceite sobre diversos sectores.
Además, se hallaron faltas en la seguridad como cables de electricidad expuestos al alcance de la mano y no exhibir los certificados de mantenimiento de la red hidrante fija contra incendios, de sistema de autoprotección, de fumigación vigente y de limpieza de tanque y examen bacteriológico.
Tampoco contaba con el certificado de la habilitación comercial o en su defecto el inicio de trámite.
La medida fue ordenada por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental a cargo de Carlos Rolero Santurián, a raíz de la denuncia telefónica de un vecino, quien afirmó que en esa terminal se percibían fuertes olores a combustible que genera malestar y afecta la normal respiración de las personas de la zona.
También se pudo observar que desde el caño de desagote pluvial salían restos y residuos de hidrocarburos en los lugares destinados a residuos domiciliarios.