Se presentó un proyecto en la Legislatura porteña para regular la actividad de los peluqueros. A grandes rasgos, la iniciativa propone crear un registro y un ente que controle la actividad. Entre otras cosas se pediría un título habilitante. La iniciativa es del legislador de la UCR-Evolución Marcelo Guouman.
El texto sostiene que su objetivo es “defender los derechos” de quienes ejercen este oficio creando una “Asociación de Peluqueros” en la CABA.
El proyecto establece que para poder ejercer se le solicitará a los profesionales una matrícula. Será expedida por el ente público no estatal que se crearía por la norma.
Para obtener la matricula, los profesionales de la peluquería deberán acreditar ser mayores de edad, tener título profesional habilitante o haber ejercido la profesión durante diez años de manera ininterrumpida. Además se les pedirá tener domicilio en la Ciudad y contar con un seguro de caución, entre otras cosas.
La cobertura financiera, que obligaría a los peluqueros a pagar una cuota mensual, “sería para abonar” potenciales “daños y perjuicios que ocasione el mal desempeño de la actividad”. Y también “las multas que se le apliquen” cuando esto ocurra.
El proyecto prevé que no podrán ejercer quienes estén “condenados judicialmente por delitos contra la propiedad o la fe pública hasta el cumplimiento de su condena”. Tampoco “los inhabilitados judicialmente por las causales previstas en el Código Civil” o “los sancionados con la cancelación de la matrícula de peluquero mientras no sea objeto de rehabilitación”.
“A los fines de la organización y funcionamiento de la Asociación de Peluqueros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la entidad retendrá el cinco por ciento del total de los fondos por cuota de colegiación-señala el proyecto-. Esta cifra podrá ser aumentada por decisión del Consejo Superior de la asociación”.
El texto también propone la formación del “Consejo Directivo de Comunas” para controlar la entidad. Se compondrá de ocho miembros titulares y ocho suplentes. Serán elegidos por el voto obligatorio y secreto de los matriculados, durarán cuatro años en su representación, y se podrán reelegir por un período consecutivo. Los miembros se renovarán por mitades cada dos años.
“Esta ley es un paso adelante tanto para los peluqueros como para los usuarios”, sostiene en sus fundamentos el proyecto presentado por el legislador radical. Y concluyó: “Es nuestro deber proporcionar las herramientas legales que brinden el marco necesario para el desarrollo de verdaderos profesionales Capacitados debidamente y acreditados mediante matricula profesional”.