Costanera Sur: la ingeniera Alicia Rodríguez explica por qué no hay que construir torres sobre los humedales

Por Franco Spinetta. Especial para Diario Z

Alicia Rodríguez es ingeniera, especialista en ambiente y agua, e integrante de la agrupación Tribuna Ambiental, una de las tantas organizaciones que encabezan la defensa de los pocos y disputados espacios vacantes de la Ciudad. Luego de que el intento por vender y privatizar Costa Salguero despertara una interesante respuesta por parte de la comunidad, que obligó a suspender el proyecto por tiempo indeterminado, lejos de amilanarse el gobierno porteño resucitó un viejo convenio firmado con IRSA para construir un barrio de lujo en Costanera Sur. Para Rodríguez, este emprendimiento inmobiliario sigue la lógica de “priorizar” los negocios inmobiliarios por sobre el resto de las necesidades de Buenos Aires, como la generación de espacios verdes y protección de humedales para mitigar el cambio climático.

Hay una franja muy oscura producto de la gran contaminación que bordea la costanera, hasta los mil metros. Los humedales la amortiguan porque absorben materia orgánica, metales y otros contaminantes.

“Yo desconozco si ignoran o no los impactos, tal vez muchos no viven acá… total, cuando la Ciudad se inunde, se van a la cordillera o con sus barcos a Punta del Este. Ellos no son habitantes permanentes”, lamenta Rodríguez. En la idea central que trasciende a todas las iniciativas en danza del gobierno, explica la referente de Tribuna Ambiental, hay un intento de seguir generando lugares de “reserva de valor” para los capitales que invierten en terrenos públicos o semi-públicos, los cuales reciben un cambio de zonificación post-venta que hace aumentar su precio por las nubes. “La idea es seguir construyendo porque ahí están los negocios. La burguesía necesita lugares de reserva de valor y suelen comprar esos departamentos. Después, como sucede en Puerto Madero, vas de noche y hay pocas luces de los departamentos prendidas”, explica.

¿Qué lectura hace del reintento de avanzar con el proyecto de IRSA en la ex Ciudad Deportiva Boca Juniors?

Esto viene con la idea de evadir la Audiencia Pública, el estudio de impacto. Todo eso lo quieren resumir en un convenio. Ya se aprobó en la Comisión de Planeamiento Urbano, o sea, en cualquier momento va a llegar al recinto. Una cautelar había frenado la votación, aduciendo el incumplimiento de las normas para un cambio de zonificación. Ahora, otro juez levantó esa cautelar. Las instancias administrativas se van a ir cumpliendo, como se ha hecho en otras oportunidades y a la larga, estos proyectos se van concretando.

¿No hay forma de frenarlo?

Se puede presionar con movilizaciones, pero con la cautelar no alcanza. A pesar de la inconstitucionalidad, se las rebuscan para ir avanzando, con su mayoría en la Legislatura. A la larga, van a seguir avanzando. Cuando la Comisión de Planeamiento aprobó el dictamen, las acciones de la empresa IRSA se multiplicaron. Imaginate el día en que esto se vote… las acciones van a subir enormemente y el m2 se va a multiplicar por 100 o 200, como ocurre como todo cambio de zonificación. Si el terreno no tiene autorizada la construcción, en cuanto habilitan el uso comercial o residencial, vale 100 veces más. Después pueden o no construir, pero siempre presentan un dibujo, donde hermosamente plantan 18 edificios, algunos de más de 100 metros. Los distribuyen entre arbolitos. Ves eso y no te das cuenta del impacto que tiene en realidad esa cantidad de cemento en ese sitio, que es un humedal de relleno, parecido a la Reserva Ecológica.

¿Cómo está compuesto ese relleno?

Los limos (sedimento transportado en suspensión por los ríos) vienen del Paraná y se reproduce ahí la misma flora paranaense, especies vegetales de Formosa, Chaco y de todo el litoral.

¿Por qué este tipo de proyectos son negativos para la Ciudad?

La Ciudad está sujeta, como todo el estuario del Plata, al cambio climático. Las proyecciones son bastante tremendas, hace décadas que se estudia. Se van a producir eventos extremos, en particular inundaciones. Ahora estamos atravesando una sequía, pero el año que viene -dicen los meteorólogos-, empiezan las lluvias, el período del Niño de altas precipitaciones y de inundaciones. Ya tuvimos eventos puntuales gravísimos, como en el arroyo Medrano en abril de 2013 y en La Plata. Esto puede repetirse, la Ciudad está llena de arroyos entubados. Para construir esas torres en Costanera Sur, IRSA va a tener que elevar mucho el terreno, hay que poner muchísimo relleno y eso va a impedir la evacuación de agua de la zona ubicada al oeste del predio. Todo desagua en el Río de la Plata, cuando llueve. Si rellenás la zona costera, vamos a tener un problema en la zona central. Si se sigue avanzando en altura, la situación empeora.

Y en relación a la pérdida del humedal, ¿cuál es el impacto?

Los humedales cumplen una función depurativa. Ahí desemboca un pequeño arroyo que tiene cloacales, cerca está la desembocadura del Riachuelo. Conviene preservar el humedal, que en alguna medida va depurando las aguas. Eso se ve muy bien en las imágenes satelitales: hay una franja muy oscura producto de la gran contaminación que bordea la costanera, hasta los mil metros. Los humedales amortiguan un poco porque absorben materia orgánica, metales y otros tipos de contaminantes.

Este tipo de proyectos está en consonancia con otros avances sobre la costanera, como Costa Salguero, Punta Carrasco, Tiro Federal, Dársena F. ¿Hay conciencia del impacto ambiental?

No, la preocupación única es el negocio inmobiliario. El proyecto pasa por ahí. Y esto no es sólo de la Ciudad. Por lo de Costa Salguero, ya hubo una reunión entre AYSA y el gobierno porteño para abastecer de aguas y cloacas a ese barrio, que por ahora está frenado por una cautelar. Por suerte también hubo varias movilizaciones, en especial de jóvenes, y el proyecto está frenado y el gobierno prefiere no avanzar y dejar pasar las elecciones. Es decir nuestro río va a seguir recibiendo el impacto de un escaso tratamiento cloacal, que hoy se lleva a cabo en Avellaneda y Berazategui. Por eso no tenemos uso como balneario. El patrón es el desarrollo de la especulación inmobiliaria. Las inversiones en la Ciudad se hacen siempre sobre terrenos públicos o semi-públicos, o en terrenos sin la zonificación acorde en el código. Esos capitales después aportan a las campañas políticas, tienen un vínculo. Yo desconozco si ignoran o no los impactos, tal vez muchos no viven acá… total,  cuando se inunde se van a la cordillera o con sus barcos a Punta del Este. Ellos no son habitantes permanentes de la Ciudad. El habitante permanente está sujeto a los avatares del clima, a la generación de efluentes cloacales y de residuos, que no tenemos dónde realizar los tratamientos porque los terrenos que había, fueron destinados a la especulación inmobiliaria. Por ejemplo, en Puerto Madero estaba previsto hacer una planta de tratamiento cloacal. Era un lugar muy propicio, para luego derivar al río los desechos depurados. Cada vez quedan menos terrenos para cumplir con los servicios que debería brindar la Ciudad. El 90% de los residuos van para San Miguel, en la zona de Campo de Mayo.

En definitiva, la Ciudad manda las cloacas y la basura al Conurbano, pero luego utilizan los terrenos vacantes para hacer negocios inmobiliarios.

Claro. La idea es seguir construyendo porque ahí están los negocios. Los capitales necesitan lugares de reserva de valor y suelen comprar esos departamentos. Después, como sucede en Puerto Madero, vas de noche y hay pocas luces prendidas de los departamentos. Hay pocas viviendas habitadas, algunos viven de prestado o tal vez las alquilan de manera transitoria. Total, si la Ciudad se vuelve insustentable, algo inevitable si sigue todo igual, se van y habitan sus otras propiedades. Tienen un excedente de capital enorme y lo ponen ahí, donde uno no quisiera. En el otro extremo, cuando hace un lindo día, no sabés adonde ir, están todos los parques atestados de gente. Tenemos una necesidad enorme de espacios verdes, pero esta gente se los quiere apropiar todos. Es realmente un problema que sigan construyendo de esa manera, es muy triste. Pero yo pienso que la juventud, y los que podamos, vamos a seguir movilizándonos y estorbando. De todas maneras, siguen avanzando: en el Playón de Colegiales, donde hay una carencia total de espacios verdes, en el Barrio Olímpico, con la venta de los pulmones. No se va sostener esto, la Ciudad es una isla de calor. Estamos yendo al revés. Sin embargo, lamentablemente, uno ve las encuestas y parece que la Ciudad está fantástica.